ACEITE PRODIGIOSO
de Nuxe.
Producto
estrella de esta marca, el huile prodigieuse goza
de una excelente reputación. Antes de lanzarme a probarlo, navegué
un poco por internet, y absolutamente todas las opiniones que
encontré hablaban maravillas sobre él, así que caí en la
tentación. Compré el tamaño de 50 ml; viene en un frasco de
cristal cuadrado y aplastado y sin vaporizador (el tamaño de 100 ml
sí lo lleva). Tiene un pequeño agujero en la boca que hace que el
producto salga en gotas según lo agitas, así que no hay posibilidad
de verter más de la cuenta. Suele venderse en farmacias y
parafarmacias, y el precio ronda los 19,90 euros el frasco de 50 ml
(29,90 el de 100 ml). Me lo llevé de vacaciones a la playa
con la intención de utilizarlo como hidratante para después de la
ducha tanto en el cuerpo como en el cabello. Elegí la edición
normal (hay otro llamado “OR” que contiene nácares de oro) y
después de haber terminado el frasco, creo estar en condiciones para
contaros mis impresiones sobre él.
Debo
decir que, anteriormente, había probado varias muestras de este
aceite gracias a una farmacéutica muy amable que me llenó de
sobrecitos con distintos cosméticos de Nuxe. Este producto en
concreto está pensado para extenderlo sobre la piel seca, lo que al principio puede
provocar ciertas reticencias, ya que al ser un aceite, tienes la
sensación de que te vas a quedar toda pringosa. Ya en las primeras
aplicaciones con los sobrecitos de muestra, observé que el producto
se absorbe inmediatamente, dejando la piel satinada y sin restos de
grasa. Después de untarlo, una puede vestirse enseguida sin miedo a
manchar la ropa; en este sentido, la primera impresión fue muy
positiva. Sin embargo, hubo algo que no me gustó tanto, y fue el
aroma que tiene. Aquí entramos en un terreno muy, pero que muy
personal. Los olores son, probablemente, la sensación más subjetiva
que hay. Por eso, respecto a los olores, lo único que podemos hacer
es expresar nuestras preferencias siendo muy conscientes de que lo
que a una le horroriza, a otra le encanta. Regalar un perfume, y
acertar con la fragancia, ¿no os parece una tarea muy delicada??
En
fin, a lo que íbamos. En mi caso, me molestan bastante los
cosméticos perfumados. Si nos paramos a pensarlo, utilizamos
bastantes cosas cada día (jabón, tónico, serum, crema de
día, leche corporal, champú, acondicionador, desodorante...). Si
cada una de esas cosas llevase su propia fragancia y ésta, además,
perdurase en la piel o en el cabello, iríamos por la vida
convertidas en una orquesta de olores que marearía a todo el que nos
rodea. Personalmente me gusta utilizar perfume, así que prefiero que
el resto de cosméticos que uso vengan lo menos aromatizados posible.
Toda
esta parrafada que os acabo de soltar es para deciros que el aceite
prodigioso de Nuxe viene muy perfumado. Mucho. Es un olor muy rico,
eso desde luego, tiene notas dulces que a mí me recuerdan a las
golosinas pero, insisto: si yo quisiera oler así, me compraría un
perfume cuya fragancia fuese ésa. La sensación que a mí me daba es
que el olor del aceite perduraba en la piel bastante tiempo, así que
se me hacía cuesta arriba ponerme mi perfume después. Pese a este
inconveniente decidí probar el producto durante más tiempo, para
ver qué impresiones me producía.
Lo
que Nuxe nos cuenta sobre este aceite prodigioso es lo siguiente:
- Con un 98,1% de ingredientes de origen natural, este aceite seco es una asociación inédita de 30% de Aceites Vegetales Preciosos y de Vitamina E, para nutrir, reparar y suavizar en un solo gesto el rostro, el cuerpo y el cabello.
- La piel del rostro y del cuerpo se suaviza y satina. El cabello luce flexible, suave y brillante.
- Concentración de 6 Aceites Preciosos (Borraja, Hierba de San Juan, Almendra Dulce, Camelia, Avellana y Macadamia).
Puede usarse:
- como reforzador de la crema facial o la leche corporal, añadiendo a éstas unas gotas del aceite prodigioso;
- directamente sobre la piel seca del rostro y/o del cuerpo para hidratarla después de la ducha;
- en el cabello, como mascarilla prelavado (untar el aceite en el pelo, recogerlo con una toalla durante un mínimo de 10 minutos y luego lavar la melena).
Mi
experiencia:
Yo
utilizo siempre leche corporal, cuya consistencia es más densa que
la de un aceite, así que pensé que iba a echar en falta esa
sensación cremosa a la que estoy habituada. Por otro lado pensaba, a
pesar de todo lo que había leído en blogs,
que este aceite (mucho
más aplicándolo sobre la piel seca) iba a tardar bastante rato en
absorberse. Pues ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario.
Después de extenderlo, la piel queda bastante hidratada; doy fe
de ello ya que, como os he comentado, me lo llevé de vacaciones y lo
estuve utilizando, digamos, como after
sun tras pasar el día
entero en la playa. No usé ningún otro producto para hidratar la
piel tras la ducha en esos días de largas horas de exposición al
sol, y el resultado fue muy satisfactorio. El aceite cumplió su función bastante bien.
Además de dejar la piel hidratada y satinada, le aporta un brillo
sutil que la ilumina, potenciando el tono del bronceado y haciéndolo
más bonito. No penséis en un brillo exagerado como si llevásemos
purpurina, lo que le da a la piel es una luz elegante que, de verdad,
la deja preciosa. Esta es una cualidad que me lleva a aconsejar este
aceite seco para utilizarlo en verano, y así poder lucir
sus efectos en todo su esplendor.
En cualquier caso, yo sugiero alternar el aceite de Nuxe con otro tipo de hidratante corporal porque él por sí solo se queda un poquíiiiito corto de hidratación. Especialmente en zonas como las piernas, cuya piel es algo más seca que la del resto del cuerpo.
Como
mi intención principal era aplicar este producto en sustitución del
after sun,
lo utilicé en el cabello como mascarilla de prelavado solo en dos
ocasiones, y los resultados fueron igualmente positivos. No es que
se te ponga un pelazo de anuncio, pero tras el lavado (y sin aplicar
acondicionador después) la melena se nota suave y suelta, lo cual es
un gustazo en la playa, cuando hay que lavarse el pelo todos los días
y lo sentimos tan seco por la acción del salitre, la
arena, el sol, etc. También utilicé el aceite prodigioso, por mi
propia cuenta y riesgo, como acondicionador sin aclarado y, bueno...
en este sentido no salí muy contenta. La melena se me quedaba
bastante apelmazada, eso sí, con un olor riquísimo. Pero esto no es
un defecto imputable al producto; es que una, cuando se pone a hacer
experimentos, a veces mete la pata :) .
En
cuanto a aplicar el aceite en la cara... pues no me animé a hacerlo,
así que no puedo hablar sobre los efectos que tiene. Yo tengo la
piel mixta y enseguida me salen brillos en la zona T, así que
preferí no arriesgarme (soy una cobarde, lo sé).
Utilizando
el aceite en el cuerpo todos los días después de la ducha y, como
he comentado, un par de veces como mascarilla prelavado y otras dos
veces como acondicionador sin aclarado, el frasco de 50 ml me duró
exactamente quince días.
¿Volveré
a utilizarlo? Pues con toda seguridad, sí. En general me gusta lo bien que
hidrata la piel y lo bonita que la deja, pero como he dicho antes, lo
usaré en verano, que es cuando más centímetros de piel lucimos (y alternándolo con mi leche corporal). La pega de este aceite desde mi punto de vista es lo perfumado
que viene, por eso es muy probable que no utilice dos frascos
seguidos; el olor me empalaga un poco. Pero ésta es una percepción
muy mía; hay chicas a las que les encanta, así que... para gustos,
los colores.
Desde
luego, merece la pena al menos probarlo y sacar una misma sus propias
conclusiones. Puede gustar más o menos, pero estoy segura de que
este aceite prodigioso de Nuxe no decepcionará a nadie. Es un
excelente producto con el que hidratar e iluminar nuestra piel, y
para quien además no sea una excéntrica de las fragancias, es el
cosmético perfecto.